Casi mes y medio después de que los encontraron muertos y sus cuerpos envueltos en bolsas de plástico para la basura en un camino paralelo al libramiento de la carretera Panamericana hacia la salida a Comonfort, un par de hermanos gemelos quedaron debidamente identificados por sus familiares ante el Ministerio Público Común.
La identificación de las víctimas corrió a cargo de uno de sus hermanos, quien dijo a las autoridades que se llamaron Marco Antonio y Julio César, de 38 años, y quienes trabajaban en el Mercado de Abastos de Celaya, sin embargo, las autoridades ministeriales no especificaron a qué se dedicaban en el centro comercial.
Como se dio a conocer en su momento, el pasado cuatro de diciembre, a eso de las nueve horas reportaron el hallazgo de dos cadáveres “embolsados” que estaban cerca del puente del libramiento y a unos 300 metros de la colonia Luis Donaldo Colosio.
Los homicidas, dejaron los cuerpos de los gemelos junto a un montón de estiércol, uno de los finados tenía la cabeza fuera del plástico negro, en tanto que el segundo estaba totalmente cubierto.
Ambos fueron asesinados a balazos y sometidos a una golpiza brutal, desde ese día, pasaron a formar parte de las personas muertas y sin identificar que permanecen en la morgue del Servicio Médico Forense, hasta el lunes, en que sus familiares los reconocieron y reclamaron la entrega para proporcionarles sepultura.