Una empresa desconocida se prepara para llevar a cabo una explotación a escala industrial de la antigua mina de plata “el pingüico” , ubicada al sureste de la ciudad de Guanajuato capital, a unos cuantos minutos de la comunidad de calderones.
Los vecinos de la zona, revelaron que hace unos meses se detuvieron las labores de exploración minera así como las de instalación de un malacate en la citada mina que ya tiene casi totalmente acondicionado el tiro , obras que tendrían el objetivo de comenzar la extracción del mineral a gran escala en los próximos meses. Pero que se desconoce porque han cesado repentinamente.
Según los habitantes de la zona se trata de por lo menos dos empresas mineras una de origen Japonés y otra mexicana, presuntamente la fresnillo plc. Las que ya han construido múltiples caminos en el monte para llevar a cabo la exploración, con lo que se han talado y destruido ya gran cantidad de árboles y se ha afectado el ecosistema de la zona, al desplazar a los animales que habitaban en ella y que ahora que llegan las mineras tienen de dos, irse o morir.
La minera en cuestión ya delimitó con alambre de púas la zona aledaña al tiro y colocó incluso una reja que impide el paso para seguir por el camino antiguo que va de Calderones a la Carbonera. Y Ya comienzan a adueñarse de este territorio que tiene ruinas, ruinas que forman parte del patrimonio histórico y cultural de Guanajuato y a su vez del mundo, ya que recordemos que Guanajuato fue declarado patrimonio de la humanidad en 1988 por la unesco , en parte, gracias a sus minas adyacentes, que son el fiel testimonio de una época histórica , y que más allá de privatizarse, deberían conservarse y obtener promoción por parte del gobierno para que los turistas las visiten.
Sin embargo a esta bella zona pronto ya no podrá accesar nadie, pues las empresas mineras se creen dueñas de estas tierras y sus riquezas, donde incluso se les permite apropiarse de pueblos enteros a los que prohíben el paso, todo con tal de seguir resguardando celosamente sus secretos. Como en el caso del pueblo fantasma de Villalpando ubicado al este del poblado minero del Cubo en la capital del estado . Donde la minera canadiense Endeavour Silver ha restringido completamente el paso con casetas de control y continua vigilancia terrestre.
Ahora solo queda esperar los daños que habrán de producir las explosiones mineras en el poblado de calderones una vez que comience la explotación de la mina, cuarteaduras en las casas y cisternas que pronto ya no podrán acumular agua por las grietas o la desecación de manantiales esto sin mencionar el constante tráfico de maquinaria pesada que inevitablemente comenzara a haber en la zona.