En León, si entre los taxistas no se protegen, nadie mas lo hace. En. Los últimos meses, ser taxista en el municipio zapatero, se ha convertido en una actividad de alto riesgo, donde, los mismos operadores sin quererlo, se ha puesto de propia carnada.
Aunque las cifras y estadísticas oficiales aseguren que los casos de asaltos a los operadores vana a la baja, la realidad es muy diferente, pues son los mismos choferes, lo que dijeron que la situación sigue y cada vez con mas frecuencia.
De acuerdo a los testimonios brindados por lo propios choferes, al ser victimas de constantes asaltos, señalaron ya haber detectado el modus operandi de los delincuentes, por lo que han establecido códigos de comunicación para evitar que mas compañeros sigan siendo victimas de estos actos.
De acuerdo a lo relatado, la manera de operar de los delincuentes, es intermediar el servicio, es decir, una mujer sube a la unidad en cualquier puto del muncipio y pide ser llevada a una colonia alejada de la mancha urbana, ya ahí, entran los cómplices y despojan al conductor de sus pertenencias personales y el efectivo, para posteriormente salir huyendo.
Fue al repetirse varias veces esta misma situación, que los taxistas cayeron en cuenta de que se trata de una trampa, por lo que decidieron organizarse a través de grupos de whatsapp y comunicación mediante códigos, para mantenerse al tanto, además de emprender el acompañamiento entre unidades.
Estos casos son cada vez mas recurrentes, pues por lo menos 03 casos se registran en la semana y aun así, ni las autoridades se acercan a protegerlos.
Los taxistas, se arriesgan doblemente al tener que enfrentarse a sus agresores, pues, aunque normalmente se mueven en grupos, eso o les asegura protección.
Aun así, para ellos, dejar de trabajar no es opción, echarle la recia como dicen y tratar de hacer lo mejor posible, sino, no comen.