Está demostrado por varios artículos científicos, que la enfermedad provocada por el virus del Sars Cov 2, significa un antes y un después en la vida de quienes han padecido la enfermedad, pues el virus, no solamente ataca la vida de quien lo padece.
Son miles los casos señalados por las instituciones de salud, exagerados y hasta milagrosos de quienes han logrado superar a la enfermedad, esta pandemia, que sin esperarlo ni quererlo, cambio la vida 180· de todas las personas.
Así, fue la historia del señor Arturo Fonseca Jaime, sexagenario Irapuatense, que, como muchas mas personas, se contagio, perdió su empleo y un hijo.
El covid no tuvo compasión en la vida de don Arturo, pues primero tuvo que enfrentarse al terrible virus que atacó su cuerpo, destrozando su sistema de salud, lo que le provocara perder su empleo en la empresa Sheffield, ensamblando piezas para motores.
Ahora, su área de trabajo se volvió mas grande, pues diariamente debe salir a las calles de Irapuato, a ofrecer sus accesorios que él mismo fabrica, con la intención de obtener algún ingreso para llevar un plato de comida a su mesa.
Aunque este no fue el único golpe duro que don Arturo tendría que vivir, pues además de quedarse sin su ingreso fijo, tuvo que enfrentarse a la peor perdida que un padre y ser humano puede sufrir: la muerte de un hijo.
Don Arturo, vio partir al mayor de sus hijos, el 18 de enero del 2021, al perder la batalla contra el covid, pues su cuerpo no resistió el daño ocasionado.
El señor Arturo, considera que, aunque la enfermedad le ha dado una batalla dura y ha sentido en carne propia las peores pruebas, él solamente pide una sola cosa a la ciudadanía; que se cuiden, pues aun con lo fuerte que es la enfermedad, se da cuenta que aun existen personas que no le dan la importancia que merece, sin usar el cubre bocas y haciendo su vida como si la pandemia ya no existiera.