El huachicol es el nombre que tradicionalmente recibían las bebidas que eran adulteradas con licores de baja calidad para aumentar las ganancias de los cantineros, los orígenes de la palabra huachicol se pueden rastrear hasta lenguas prehispánicas como el huichol, de donde proviene el termino huach, que significaba sucio o ladrón.
Sin embargo hoy en día se le conoce como huachicol al combustible o hidrocarburo robado, termino que fue acuñado por los piperos y transportistas de los combustibles que acostumbraban vender el sobrante que quedaba en sus pipas, al cual daban este particular nombre.
Por otro lado huachicoleros son los que se dedican al robo , transporte y venta de los combustibles.
Se trata de un trabajo de alto riesgo que es usualmente llevado a cabo por grupos e crimen organizado en complicidad con trabajadores en activo de Pemex o ex empleados que conocen por donde pasan los ductos y que saben manejar las herramientas necesarias para llevar a cabo la perforación de los ductos de gasolina que transportan el combustible a grandes presiones.
La operación es tan sencilla como riesgosa , escogen un lugar propicio, una finca de campesinos a los que ofrecen buen pago por dejarlos trabajar, un lugar alejado de la población, o fincas abandonadas cercanas a los ductos, con máquinas especiales perforan los tubos cargados de combustible , colocan mangueras de alta presión y comienzan a llenar los contenedores o las pipas. 15 minutos tienen antes de que las computadoras detecten la baja de presión en la tubería y manden la alerta a la vigilancia civil de Pemex y personal del ejército mexicano que se encuentra de base vigilando las instalaciones de Pemex. Luego de lanzada la alarma el ejército y la seguridad se desplazan en un promedio de 25 minutos al lugar de la ordeña que es como se le llama a esta operación.
Una pipa de doble tanque se llena en apenas 28 minutos. El margen para escapar es muy escaso, por lo que los enfrentamientos con las autoridades son muy comunes.
El huachicoleo es un problema grave de seguridad publica en Guanajuato, las autoridades atribuyen más del 90 % de los homicidios y enfrentamientos violentos a las bandas huachicoleras que operan en el estado. Y a pesar de que Pemex continuamente está implementando nuevos sistemas de seguridad con tecnología de punta las tomas clandestinas, los enfrentamientos sangrientos y las pérdidas multimillonarias, siguen en aumento.
Durante el año 2017 se detectaron 10363 tomas clandestinas u ordeñas, 50 % mas que el año anterior y durante la primera mitad de 2018 se detectaron y clausuraron 7590 tomas, por lo que se espera que este año las tomas encontradas aumenten otro 50% con respecto al 2017. Si se habla de volumen durante el 2017 fueron 344 mil barriles de combustible robado, mientras que tan solo en la primera mitad de 2018 ya suman 358 mil barriles, por lo que se prevé un aumento de más del 100 en la cantidad de combustible hurtado durante este año con respecto a lo robado durante el año pasado. Un aumento exponencial
Las cifras en dinero son impresionantes en el 2017 Pemex perdió un aproximado de 20 mil millones de pesos, este año se proyecta que serán cerca de 35 mil millones en pérdidas por huachicoleo, un aumento de 75%.
Un difícil reto para el nuevo presidente de México que afronta el reto de cumplir la promesa de volver a hacer de PEMEX una empresa que contribuya al progreso económico y social de nuestro país.