Este miércoles 29 de agosto, un hecho atroz sucedió en el país, habitantes de la comunidad de Acatlán de Osorio, en Puebla lincharon a dos presuntos secuestradores de niños, después de ingresar por la fuerza a los separos de la comandancia donde se encontraban para subirlos a un vehículo que utilizaban y finalmente prenderles fuego.
El reporte de las autoridades señala que los presuntos secuestradores fueron detenidos alrededor de las 1.30 de la tarde en la junta auxiliar de San Vicente Boquerón pero los pobladores, enfurecidos, exigieron a las autoridades su liberación y entraron por la fuerza a los separos.
Sin enfrentar un proceso de investigación, los pobladores prendieron fuego a los detenidos que se encontraban dentro de una camioneta.
Por su parte la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Puebla reportó que las autoridades municipales no informaron a tiempo sobre el linchamiento para activar el protocolo.
Las víctimas fueron identificadas como Alberto Flores Morales de 53 años y Ricardo Flores Rodríguez de 21 años de edad.
Lo que podemos destacar de este caso, es el nivel al que hemos llegado como sociedad,¿a caso hemos perdido la capacidad de asombro?, ¿dónde queda nuestro valor de humanidad?, ¿hacia dónde se dirige aquel México tranquilo, del que sólo queda la violencia que vemos a diario?.
Es impactante el ver que ante tal situación en que de forma colectiva una comunidad elige tomar justicia por su propia mano, los habitantes fungen únicamente como espectadores ante esta atrocidad y por mero acto de morbosidad, deciden captar la imagen con sus celulares en lugar de tratar de hacer algo ante el espectáculo que les produce estar viendo la muerte de dos seres semejantes, así mismo la falta de conciencia por parte de las autoridades quienes no dieron aviso de lo sucedido a niveles más altos pues es claro que no pudieron contener lo que estaba pasando.