El propietario de la Vulcanizadora Soto y un hombre del cual dijeron era pastor evangélico, murieron al ser baleados dentro de dicho establecimiento a eso de las 13:20 horas de este lunes, oficialmente, de los autores del doble crimen nada se sabe.
Las víctimas fueron identificadas como Manuel Soto, cuya edad oscila entre los 60 y 65 años, así como Noé Plaza Rico, de unos 40 años, aproximadamente, trascendió en el lugar del hecho.
El negocio que se convirtió en escenario de este crimen, está ubicado a un lado de la glorieta del boulevard Paseo de la Juventud, cerca de las instalaciones de la Feria de “Todos Santos”, casi en la salida a Jaral del Progreso.
Presuntamente, Noé llegó en una camioneta a la vulcanizadora, se desconoce si solicitó el servicio de reparación de alguna llanta o, simplemente, dialogaba con el propietario del establecimiento.
De pronto, arribó un sujeto armado, con pasamontañas, que entró al negocio y disparó hacia ambos, se escucharon ocho balazos que hicieron blanco en las cabezas y cuerpos de ambos y, mientras ellos caían al suelo heridos de muerte, el sicario salió rápidamente para darse a la fuga en un auto negro, donde ya lo esperaba un compinche.
Adentro de la “talachería” quedó el cuerpo inerte de Noé, por un agujero de desagüe, un hilillo de su sangre salía hacia la banqueta dando un toque más dramático a la escena.
Con vida aún, socorristas de Cruz Roja que arribaron al lugar efectuaron el traslado de Manuel al hospital comunitario, pero lamentablemente minutos después, dieron a conocer que falleció.
La zona se llenó de curiosos que, llevados por el ruido de sirenas de patrullas y ambulancia, se apostaron frente a la vulcanizadora para ver la labor de los peritos dentro del inmueble y, finalmente, el traslado del cuerpo de Noé hacia el Servicio Médico Forense, en Celaya, donde les practicarían la necropsia a ambos cuerpos.