El presidente utiliza frases muy coloquiales que lo mimetizan con el grueso de la sociedad mexicana  y esa es su arma secreta, un arma que ningún político ha sabido capitalizar de mejor manera que Cabecita de Algodón.

Sin embargo, hay quienes acusan que todo se trata de una gran simulación, vil manipulación de masas :  Una enorme pantalla mediática con la que el presidente López Obrador intenta mantener su popularidad, con el único fin de seguir teniendo manga ancha a la hora de decidir los destinos del país ; Para poder ejercer el poder a sus anchas.

La desatención a su seguridad es otro asunto que muchos alaban, pero que es ampliamente criticado, debido a la importancia que guarda su persona. Imagine usted ¿Qué pasaría si asesinaran al presidente?. Seguramente habría revueltas sociales de consideración. Cuestión por la que es de vital importancia que se cuide,  su seguridad es asunto nacional.

Sin embargo López obrador argumenta que es la única manera de escuchar a su pueblo, sin importar, que a donde quiera que va el presidente, se hacen presentes el vituperio y las aglomeraciones masivas, situaciones en las que en realidad, nadie le puede hablar.

Algunos mencionan que al igual que muchos otros líderes mundiales actuales, entre los que se cuentan Donald Trump en estados unidos; Emanuel Macron en Francia; jahir Bolsonaro en Brasil o Putin en Rusia, AMLO  ha logrado utilizar el populismo de masas a su favor, logrando eficazmente re direccionar el cansancio popular de las mayorías enfurecidas con el yugo del capitalismo despiadado.

Pero el populismo es peligroso. Las políticas que supuestamente benefician a las mayorías, como la entrega masiva de dinero pueden no ser la mejor decisión para las finanzas de un país.

Mientras tanto, nuestro presidente sigue tomándose fotos viajando en vuelos comerciales, comiendo en puestos de gorditas o tacos, comprando bebidas a la orilla del camino o entrando solo a un Oxxo quizá solo para caerle bien a su gente.