Además de provocar miedo, incertidumbre, y furia entre los usuarios de vehículos la mayor parte del sector agropecuario, también está sufriendo los estragos del desabasto, porque la mayoría de los productos que se consumen en la capital de Guanajuato son traídos desde el interior de municipios vecinos tales como Irapuato o Silao.

El transporte público no es pensado como alternativa, pues usuarios reportan que los taxistas aumentaron sus tarifas, mientras que los camiones, con un servicio de por sí ya deficiente, viajan repletos.

El tiempo en filas que tienen que hacer los proveedores van desde 20 minutos hasta poco más de dos horas, poniendo en peligro los productos perecederos, como embutidos, carnes rojas y pescados provocando la aceleración de su estado de descomposición.

Por su parte amas de casa, temen porque los salarios de los que son el pilar del hogar continúan igual mientras que los precios sobre todo de las verduras como el jitomate y la cebolla, además del chile van para arriba.

Las tiendas de autoservicio, corren con la misma suerte, así como las farmacias, y tiendas Oxxos quien además de no tener mercancía sus los costos están por las nubes.

Hasta el momento, se desconoce la fecha exacta en la que Guanajuato así como otros estados que también sufren de la falta de gasolina vuelvan a operar con la normalidad, mientras tanto, cabe destacar la mayoría de la gente hace filas con vehículos y galones, e incluso hay quienes pasan la noche en vela para obtener combustible.