Mucha fiesta, mucha música y mucho grito, pero al interior del PRI la grilla no ha terminado y la designación que se hizo desde el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) no ayudó a apaciguar los ánimos contrarios entre grupos. Tan solo un día después del registro único de Gerardo Sánchez, Bárbara Botello, aspirante a la gubernatura publicó una carta a la militancia, a su dirigencia y a todo el público en la que asegura que le frenaron el camino a pesar de tener un largo camino recorrido en el PRI.
“Intenté participar por la candidatura para la que me he preparado y que busqué desde hace seis años. Sin embargo, reconozco con pena que las condiciones son adversas porque el partido me cerró el paso y no hay equidad en la contienda interna”.
La exalcaldesa de León asegura que tenía lo necesario para ser candidata, pero le pusieron el pie y le dieron prioridad a un solo grupo, al “privilegiado” esto al parecer incluye a las candidaturas que acompañarán a la de Sánchez García.
“La causa de las mujeres debe ser no solo por la paridad de género, sino porque lleguen los mejores perfiles a los espacios de responsabilidad. Que la cultura del esfuerzo, y no la del privilegio, determine quiénes ocupan las candidaturas”. En la misiva asegura que se tomará unos días para decidir su futuro político.
Esto no es un caso extraño para el Revolucionario Institucional, las candidaturas a la gubernatura de Guanajuato históricamente han estado acompañadas de desacuerdos, tomas de oficinas, espaldarazos y otras estrategias de presión para la dirigencia, que a pesar de ser oposición de un gobierno que no ha hecho una buena labor en el estado, se auto impuso un camino cuesta arriba.