Hace apenas unos días se celebró el día mundial de la lucha contra el sida, cuyo propósito entre muchos otros, es dar a conocer los pasos con los que poco a poco la ciencia avanza hacia una vacuna o una cura que elimine totalmente la enfermedad.
El reservorio viral es el principal componente del virus y es difícil de combatir, pero ¿en qué consiste? Cuando el virus penetra el organismo, infecta a las células del sistema inmune y se adueña de su maquinaria de replicación, con la que comienza a fabricar copias de sí mismo, algunas de estas células infectadas pueden pasar a un estado de reposo en el que se detiene la proliferación viral.
Sin embargo, en cualquier momento se pueden volver a activar comenzando de nuevo con la replicación del virus en todo el organismo, este es el motivo por el cual los tratamientos actuales deben de tomarse de por vida, si no fuera así, este reservorio viral podría activarse y el VIH volvería de nuevo a ser amenaza mortal
Es por ello que muchos científicos centran sus investigaciones en la búsqueda de métodos que ataquen a estos virus adormecidos para que impidan que se activen.
Investigadores de la universidad de Pittsburgh han obtenido resultados que describen ciertos compuestos para impedir que el VIH obtenga niveles de toxicidad muy altos en el organismo y al contrario, sus niveles sean bajos y se pueda controlar de mejor manera que en la actual.
Si se consigue un anti viral que logre atacar de lleno este reservorio, se habrá dado un gran salto en el combate contra el Sida y es posible que incluso se encuentre una cura.