De acuerdo con la agencia estatal de noticias IRNA, los atacantes apuntaron con sus armas hacia una zona elevada donde estaban sentados los comandantes militares y policiales del país, los tomaron a todos por sorpresa y la masacre se consumo.
El ataque mató al menos a 8 miembros de la élite de la Guardia Revolucionaria del país y dejó otros 20 heridos.
El grupo Movimiento Árabe para la Liberación de Ahvaz se atribuyó el atentado. Dicho grupo exige que la región de Ahvaz se independice y, según un vocero de la organización, el ataque tenía como objetivo estremecer al país.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, culpó inmediatamente del ataque a los países de la región y a sus amos estadounidenses, argumentando que toda la culpa la tiene donald trump aunque sus propios connacionales hayan disparado los gatillos.
El funcionario garantizó una respuesta rápida y decisiva en contra de los responsables, a quienes calificó como terroristas reclutados, entrenados y pagados por el gobierno de Trump.